Usted puede, si cree que puede. texto de: Hiddekel Tibisay Manriquez

Si queremos producir cambios en la vida, tenemos que identificar las creencias que nos dan fuerza y las que nos debilitan.
Las creencias son fuerzas que gobiernan el pensamiento y las vivencias, que nos permiten emitir juicios y decirle a nuestra mente un orden de cómo debe imaginar lo que va a suceder. La creencia funciona como un formato organizado de todo lo que percibimos y de lo que nos va a suceder en la vida basado en lo que ha ocurrido antes.

Las creencias están vinculadas a la fe, porque cuando uno cree en algo y sabe que es importante en la vida de uno se desarrolla la fe, es decir, la convicción de ver lo que aún no se ve. Es una fuerza tan maravillosa que produce un estado emocional como si ya nuestra meta se hubiera hecho realidad.
Estas creencias pueden convertirse en la fuerza más poderosa para hacer cambiar la vida de un país, de una comunidad, de una empresa o de una persona porque nos dan un mapa, una dirección que seguir hacia los objetivos que soñamos alcanzar.

También existen las creencias que nos quitan energía, nos paralizan, le ponen límite a nuestro potencial, a nuestros talentos y a nuestra confianza. Si creemos que no podemos, realmente tenemos razón. Nuestro sistema nervioso acepta esa orden como una realidad y si pensamos que no vale la pena, que no vamos a alcanzar lo que queremos automáticamente se paraliza toda nuestra creatividad, nuestra energía y nuestra confianza entonces no logramos nada.

Para cambiar nuestra vida y nuestros comportamientos tenemos que cambiar las creencias. Si queremos tener calidad de vida, pues hay que asociarnos con personas que tengan calidad de vida, que les gusta la excelencia, que cultivan el triunfo y actúan de manera coherente para alcanzar sus objetivos.

Le puedo asegurar una cosa: ¡usted puede porque usted cree que puede¡ Hay algunas creencia de éxito que debemos conocer porque nos pueden ayudar y enriquecer la vida. Por ejemplo:

Todo obra para bien. Esto es así para quienes son capaces de sacarle partido a la adversidad y piensan siempre que todo va a salir bien. Quien teme que las cosas le salgan mal, antes de empezar ya suponen que van a fracasar. Usted es el imán que atrae aquello en lo que piensa.

No hay fracasos, Sólo hay resultados no deseados. El creer en el fracaso es una manera de intoxicar el sistema nervioso. Quien teme al fracaso, se imagina que ha fracasado antes de comenzar sus proyectos.

Tener la capacidad de asumir responsabilidad: Esto demuestra madurez y el poder de cambiar las cosas, por eso son líderes.

Las personas exitosas son comprometidas: No siempre son las más inteligentes, ni las más fuertes, ni las más elegantes, ni las mejor preparadas, pero sí son las más perseverantes. La perseverancia es la costumbre de seguir luchando hasta alcanzar lo que nos hemos propuesto. Si nos caemos 10 veces nos levantamos 11 y buscamos maneras creativas de hacer el trabajo que nos ayudará a alcanzar nuestros sueños.

Nuestro mayor capital es la capacidad de imaginarnos en qué personas queremos convertirnos y cuáles son las creencias que tenemos que cambiar para producir un cambio profundo en nuestro carácter y conquistar lo que nos pertenece. Usted puede si cree que puede.